domingo, 4 de febrero de 2007

El árbol de los problemas

El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una viejagranja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadoraeléctrica se daño y lo hizo perder una hora de trabajo y ahora suantiguo camión se niega a arrancar.Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos,me invito a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta,sedetuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de lasramas con ambas manos.Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Subronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazo a sus dos pequeños hijosy le dio un beso a su esposa.Posteriormente me acompañó hasta el carro. Cuando pasamos cerca delárbol,sentí curiosidad y le pregunte acerca de lo que lo había vistohacer unrato antes."Oh, ese es mi árbol de problemas", contesto."Se que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosaes segura:los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni amishijos.Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego acasa.Luego en la mañana los recojo otra vez"."Lo divertido es", dijo sonriendo, "que cuando salgo en la mañana arecogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche

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